Hoteles de Roma
Qué ofrecen

Los hoteles son la opción mayoritaria de los viajeros para alojarse en Roma. Entre hoteles con el mismo número de estrellas pueden existir grandes diferencias, aunque todos deben cumplir los requisitos de su categoría, establecidos por ley.

Es bueno saber por adelantado lo que nos vamos a encontrar, para no crearnos falsas expectativas. Leyendo estas notas sacarás una idea general bastante aproximada de los hoteles romanos.

Hoteles de 1 estrella

Mínimo, por ley: recepción 12 horas al día, limpieza diaria habitaciones y cambio de sábanas y toallas una vez por semana. No es obligatorio tener baño privado. Dimensiones mínimas de la habitación doble: 14 metros cuadrados.

Son alojamientos meramente funcionales: sirven para pasar la noche y poco más. Las habitaciones y los baños son pequeños y con frecuencia tienen aspecto desangelado: mobiliario pobre y viejo, y un aire de pensión más que de hotel. La atención del personal es muy desigual.

Al ser estructuras pequeñas, a veces ofrecen un trato cordial y familiar. Otras, en cambio, el personal puede ser brusco y poco profesional. Si la estructura es nueva, se pueden encontrar agradables sorpresas, con hoteles que en realidad parecen de 3 estrellas... pero también suben bastante de precio.

Hoteles de 2 estrellas

Mínimo, por ley: recepción 12 horas al día, limpieza diaria habitaciones. Cambio de sábanas y toallas dos veces por semana. Ascensor. No es obligatorio tener baño privado. Dimensiones mínimas de la habitación doble: 14 metros cuadrados.

Suelen ser estructuras con pocas habitaciones, que no ocupan todo un edificio sino una planta. Más de la mitad se ubican en la zona de Termini, en edificios del siglo XIX. No suelen tener zonas comunes o éstas son muy pobres. El único lugar para descansar es la habitación. Es fácil encontrar estructuras viejas y poco funcionales: baños, ascensores y ventiladores que funcionan mal. A veces, personal poco dispuesto a colaborar cuando algo no funciona. Habitaciones pequeñas en general, con decoración elemental tipo pensión.

Sin embargo, en esta categoría se obtienen con cierta frecuencia agradables sorpresas: estructuras regentadas por una familia amable y servicial, con habitaciones pequeñas pero decoradas con gusto... Una buena señal es cuando indica “completamente renovado” o “edificio nuevo”, pues tendrá materiales sencillos y funcionales, pero en buen uso. Hay hoteles de dos estrellas que parecen de 4, pero cobran también un precio superior.

Hoteles de 3 estrellas

Mínimo, por ley: recepción 16 horas al día, limpieza diaria habitaciones y cambio de sábanas y toallas dos veces por semana. Ascensor. Baño privado. Dimensiones mínimas de la habitación doble: 14 metros cuadrados. Servicio de bar e internet. Conocimiento de una lengua extranjera por parte del personal de recepción.

Cuentan con dotación completa en las habitaciones: TV, teléfono directo con recepción, aire acondicionado, calefacción, caja fuerte, minibar... Suelen ser estructuras grandes, con buenos salones y zonas comunes, aunque no siempre ocupan todo el edificio en que se encuentran. A veces, al ubicarse en edificios antiguos, estas grandes estructuras resultan difíciles de mantener en buenas condiciones, y es corriente encontrar mobiliario avejentado, paredes o moquetas sucias, puertas que no cierran bien, aire acondicionado que no funciona o que mete ruido, habitaciones mal insonorizadas, baños o duchas minúsculos e incómodos... En esos casos, el personal está sobrecargado y no siempre responde con eficacia y amabilidad ante las quejas.

Otros hoteles, sin embargo, aunque estén en edificios históricos, han sido remodelados recientemente, son acogedores y funcionan perfectamente. Lo más importante, por tanto, es cerciorarse de si las instalaciones son modernas o recientemente restauradas. El personal de recepción suele estar uniformado y acostumbrado a ofrecer servicios turísticos: excursiones, información, reservas, taxis...

Hoteles de 4 estrellas

Mínimo, por ley: recepción 16 horas al día, limpieza de habitaciones y cambio de sábanas y toallas diario. Servicio de lavado y planchado. Ascensor. Baño privado. Dimensiones mínimas de la habitación doble: 15 metros cuadrados. Con baño de al menos 4 metros cuadrados. Servicio de bar e internet. Conocimiento de una lengua extranjera por parte del personal de recepción.

Ofrecen el servicio más completo: servicio de habitaciones, lavandería, planchado... La mayoría de estos hoteles son grandes estructuras, con amplios y ostentosos salones en las zonas comunes. Algunos de ellos se ubican en edificios históricos del centro de la ciudad (techos altos, muebles de época...), mientras otros son construcciones modernas y funcionales. Algunos son enormes edificios en el extrarradio, pensados para personas con coche en viaje de trabajo, pero también pueden ser utilizados por turistas.

Al igual que los de 3 estrellas, también se encuentran en esta categoría hoteles de falso lujo, donde la decoración ostentosa esconde carencias que piden reformas urgentes. El gran tamaño de estos hoteles suele provocar lo siguiente:

  • Es difícil encontrar un trato familiar y cercano, aunque el personal de recepción (altamente cualificado) suele atender con cortesía.
  • Dentro de un mismo hotel hay habitaciones muy distintas entre sí. Aunque una estructura disponga de buenas instalaciones, es fácil que tenga también habitaciones pequeñas e incómodas, que no han sido reformadas. Tu experiencia en el mismo hotel puede variar mucho de una vez a otra.
  • Puedes encontrar precios increíbles en temporada baja: habitaciones dobles por menos de 60 euros en hoteles de lujo. En esos casos es fácil sentir un descenso en la calidad del servicio.
  • Las expectativas del turista son tan altas que es frecuente encontrar insatisfacción con el servicio ofrecido.

OTRAS FÓRMULAS DE ALOJAMIENTO

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